La Familia de Schoenstatt de habla hispana en torno al Apóstol Pablo

DSCN4212.JPGCon una Misa festiva, la Familia de Schoenstatt de habla hispana se congregó en torno a la tumba del apóstol Pablo para dar gracias por las experiencias vividas en los pasados días, en Schoenstatt y Roma.

La Santa Misa fue preparada por la Familia de España. La presidió Mons. Claudio Jiménez, Presidente de la Conferencia Episcopal de Paraguay. Junto a él concelebraron la Eucaristía el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Mons. Francisco Osorio, Obispo de San Francisco de Macorís, República Dominicana. Y aproximadamente 50 sacerdotes.

Los peregrinos que llegaron hasta la Basílica de San Pablo mostraban una felicidad en sus rostros difícil de explicar y definir. Definitivamente, los corazones estaban rebosantes de tantas experiencias vividas, de tantas bendiciones recibidas como Familia y personalmente.

Mons. Jiménez anunció lo que él llamó una “buena noticia” al empezar la Eucaristía que: “No va a haber prédica, porque todo lo vivido en estos días vale más que 40 homilías.” Sin embargo, al término del Evangelio dijo que quería “ayudar a post gustar todo lo vivido en los últimos días.”

DSCN4211.JPG“Quiero ayudarlos a post gustar la fiesta de la Alianza en Schoenstatt y la vivencia de esta mañana con el Papa: La vivencia de una familia universal, de todos los colores, 110 países y el amor común a un Padre que a pesar de todas las dificultades que tuvo que enfrentar, quiso dar respuestas a los problemas del mundo. El acogimiento y la alegría de la gente, el clima, la naturaleza fantástica – y que no haya llovido en Alemania es un gran regalo. La presencia de una juventud maravillosa…” dijo Mons. Jiménez refiriéndose a la celebración en Schoenstatt.

Continuó haciendo referencia al mensaje que el Papa Francisco transmitió a la Familia de Schoenstatt en la audiencia de la mañana del sábado. Entre lo más destacado mencionó la frase del Papa “acompañar cuerpo a cuerpo” y la importancia de fortalecer los vínculos en un tiempo en que todo es temporal y pasajero. Un breve momento de silencio al finalizar la homilía dio espacio a todos los presentes para poder traer a la mente todas aquellas experiencias que los tocaron personalmente.

Así continuó la celebración de la Familia de Schoenstatt de habla hispana, que con sus cantos y oraciones no cesa de dar gracias por todas las bendiciones y se sabe enviada a continuar creando una cultura de alianza para el segundo siglo de Schoenstatt.